En su momento, la Universidad Laboral constituye, como escribe el propio arquitecto Luis Moya, “la obra de arquitectura más amplia que se ha hecho en España”, y sin duda formaliza, olvidándose de toda consideración política, uno de los inmuebles más singulares de Asturias, y en todo caso el Bien de mayor escala y quizá la construcción más ambiciosa.
El proyecto fue encargado al arquitecto madrileño Luis Moya Blanco (1904-1990), profesor, académico de Bellas Artes y Director de la Escuela de Arquitectura. Colaboraron en esta obra los arquitectos Pedro R. de la Fuente , Ramiro Moya, E Huidobro, y en la Dirección de Obra José Diez Canteli. Así mismo en el Auditorio actuaron los arquitectos Maria Juana de Hontañon y Manuel Mateos.
Después de varios cambios en el programa inicial y de proyectarse en 1948 como “Institución de Formación Profesional para Huérfanos de Mineros en Gijón”, Fundación José Antonio Girón, el proyecto se incluyó en el marco de las recien creadas en España Universidades Laborales
El vasto complejo universitario_ diseñado como una “ciudad ideal”_ se desarrolla en 16 proyectos parciales integrados entre si, con una malla isótropa proyectual de módulo común 2,40 metros , que, como se puede apreciar en la planimetría original, fundamenta plantas y alzados, y los principales elementos estructurales y compositivos.
La construccion del conjunto puede enmarcarse entre 1946 y 1956, aunque puede considerarse una obra parcialmente inacabada, en tanto alguna de las partes proyectadas, pequeñas en proporcion con la magnitud total, nunca se llevaron a cabo.
El inmueble, bajo un aspecto general de corte historicista, asimilable a la iconografía arquitectónica y formal de los Austrias, responde de forma diferenciada y especifica a los diferentes usos, necesidades representativas y espaciales, adaptándose a los requerimientos en cada caso y a las solicitaciones especificas, con un riquísimo surtido de soluciones, lenguajes, y composiciones, incluyendo gestos y elementos adscritos a las arquitecturas modernas. Asi podemos diferenciar en el conjunto principal, sin incluir el INTRA y los Talleres, al menos tres fórmulas de tratamientos externos:
- fachadas caracterizadas por sus elementos compositivos innovadores, o por la composición novedosa de elementos tradicionales.
- fachadas caracterizadas por el empleo de formas y lenguajes clásicos.
- fachadas segun arquetipos de edificios antiguos simbólicos, fortalezas o monasterios. Principalmente se desarrollan en las zonas destinados a residencia de estudiantes y en la fachada norte. En estas fachadas prevalece el macizo frente al vano, enfatizando su opacidad con acabados en sillarejo de bulto toscamente labrado y aparejo irregular de corte rustico y vanos regulares pequeños y austeros, sin concesiones ornamentales. En
la Memoria General de 1957 Luis Moya expone las premisas casi exclusivamente higienistas y prácticas para la definicion de los vanos de las habitaciones de estudiantes.
Una vez superada la época anterior, tras años de un abandono, difícilmente justificable, se desarrollaron a partir del 2001, varios estudios técnicos específicos acerca de la situación arquitectónica del Bien, y se redactó por arquitecto Xerardo Estevez un Plan Director para poner en uso y valor el conjunto. Dicho Plan Director, recuperando la concepción primigenia de “ciudad ideal”, propone el desarrollo en el inmueble de una serie de usos compatibles y complementarios, con actividades múltiples y sinergias multidireccionales. En respuesta al citado Plan en su día se convocaron 10 concursos internacionales de Arquitectura, para otras tantas partes y usos del inmueble, en los que se seleccionaron las propuestas que se consideraron mas adecuadas, estableciendo una oficina tecnica para su desarrollo coordinado.
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