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sábado, 29 de octubre de 2011

Apologetas de la falsificación cultural.

Leemos en la prensa que un edificio de interés arquitectónico, en obras de rehabilitacion, se ha caído en la calle Arguelles de Oviedo, ocasionando primero "un vaciado rápido" y luego, casi inmediatamente, una "demolición total", todo ello en una solución expres.



MISTERIOS DE LA DEMOLICION DE UN EDIFICIO PROTEGIDO.
El inmueble demolido es obra de los prestigiosos arquitectos Francisco y Federico Somolinos, datado en 1946, presentaba valores culturales merecedores de protección y tutela, aspecto  por el que se encuentra incluido en el Catálogo del concejo de Oviedo, aprobado definitivamente en el Pleno municipal celebrado el 6 de Febrero de 2006, junto con el PGO.

En el Catálogo el inmueble se somete a la proteccion P2 (Parcial grado2), y se permite la conservacion y reparacion, la restauracion, la rehabilitacion y reforma, y la restructuracion parcial o mayoritaria.

La flexibilidad establecida en el documento, o las generosas  posibilidades de intervención admitidas, encaminadas a salvaguardar al valores culturales mas importantes del Bien para las generaciones futuras, fueron insuficientes para frenar la capacidad destructiva de los misteriosos avatares de obra, y mitigar las necesidades económicas de las mismas. 

En Catálogo Urbanístico de Protección, llevado a cabo en este caso por un numeroso equipo de profesionales coordinados por el arquitecto Jose Ramon Fernandez Molina, ha de considerarse de forma sintética  como un instrumento en el que se establece la proteccion del patrimonio cultural edificado, arquitectónico, ingenieril y popular, el patrimonio arqueologico y el patrimonio natural, y ha de tenerse por la herramienta administrativa con la que se dota el municipio para la correcta gestión del Patrimonio situado en sus términos . Es decir en el Catálogo, según establece la legislacion aplicable, se fijan las políticas de protección del Patrimonio Cultural de cada municipio, previo informe favorable de la Administracion autonñomica.

En el Catálogo Urbanístico de Protección del municipio de Oviedo, se documenta el inmueble situado en la calle Argüelles 19, en la ficha individualizada 645, indicando textualmente que presenta un estado de conservacion aceptable, no siendo detectadas patologias que pusiesen en peligro su estabilidad.
Es claro que en los años trascurridos desde entonces no surgen naturalmente, ni en el uso normal, problematicas que ocasionen el colapso total del inmueble, se precisa personal especializado en practicas de esta naturaleza, demiurgos en el atajo, gestores audaces que determinen con decisión soluciones prácticas, capaces de evitar a la fuerza todo tipo de trámites, expertos en la gestión de ruinas inmediatas que superan las tardanzas de un tedioso modificado de Catálogo, y linces en minorar gastos y mejorar los beneficios de las obras con molestas preexistencias a conservar.

Alguien podría pensar que es la solución mejor, que se eliminan rápidamente los problemas, aunque sea con nocturnidad, como lo hace la universidad, incluso es legitimo .... ..... ¡un desastre!.


En noticia publicada en Lne se exponía que la Universidad llevaría a cabo en el inmueble unas actuaciones de rehabilitacion con un gasto importante. Es cierto que las obras se simplifican y abaratan grandemente con las operaciones llevadas a cabo y con las que inmediatamente se proponen, que parecen, a la luz de las noticias, actuaciones previstas en un vergonzoso plan destructivo. También se sabe que con esta fórmula se mejora el aprovechamiento del suelo, ya que se incrementa la superficie útil por planta, y que pueden parecer todo ventajas, pero debe reflexionarse que quizá no sea rentable, en tanto se ha destruido para siempre un Bien integrante del Patrimonio Cultural de la sociedad.


Por otra parte, la reconstrucción mimética de la fachada del edificio, es una solución que debería sonrojar a los responsables, aunque ultimamente sea defendida, con igual vehemencia que impunidad, por empresarios constructores, especuladores inmobiliarios, etc..., y los que están al servicio de sus intereses, formando una logia de desvergonzados apologetas de la falsificación cultural que para mejorar su enriquecimiento, dilapidan nuestro patrimonio. Recordamos ejemplos en Oviedo de esta práctica llevados a cabo recientemente con gran predicamento publico, Plaza de El Fontan , el edificio de la plaza del paraguas.... 

El método de demoler o destruir el Bien Cultural, y posteriormente llevar a cabo una reconstrucción mimética de la imagen del mismo, no solo está en contra de lo establecido en las reuniones y conferencias internacionales al respecto de la protección del Patrimonio Cultural, contradice las teorías aplicables en toda intervención en él, y supone una destrucción irrecuperable del Bien, sino que es una falsificación consentida, u engaño premeditado y un acto cuya propuesta deslegitima culturalmente a la Universidad, y pone en duda sus funciones educadoras.

En este caso, en tanto la reconstrucción mimética solo afecta a la fachada del inmueble, el asunto supera con mucho el desacierto del tan criticable "fachadismo", con el que se nombraba la demasiado frecuente proteccion y  conservacion de las fachadas de los inmuebles, considerada escasa por los que defienden la proteccion del Patrimonio Cultural, y excesiva por las empresas constructoras y promotoras que defienden sus intereses.  
Edwin Winkels en su articulo del 18/02/11 titulado "la inmunidad de las fachadas viejas", ya explicaba desde Barcelona el asunto.

Una vez destruido el Bien deberán tomarse las medidas sancionadoras pertinentes por los órganos y administraciones competentes. Con las recientes interpretaciones de la legislacion aplicable, si el ayuntamiento, como parece, es favorable a estas soluciones poco se puede hacer, mas que constatar el hecho, seguro que avalado por informes técnicos de muy difícil valoración.

El desarrollo de una nueva fachada mimética, es irrelevante para el Patrimonio Cultural, pero explicita la cultura de la sociedad que permite el fraude.



1 comentario:

  1. y yo me pregunto, ¿el colegio de Arquitectos de la ciudad donde acontecen los hechos, no tiene nada que decir? Es una lástima, pero una "enfermedad" muy extendida, el que la imagen pública ha de ser exquisita, aunque de puertas para dentro,todo sea una mentira. Y me temo que además de en la arquitectura (de restauración), pasa con mucha frecuencia en otros ámbitos ya más personales.
    Gracias por hablar claro!!

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