Fotografia Noelia Rodriguez.
Yacimiento arqueologico de la Villa romana de Veranes. Gijón.
Arquitecto Manuel Garcia.
Arqueologos: Fernández Ochoa y Gil Sendino.
Transformación de los Bienes del Patrimonio Cultural en recursos turísticos.
Según recomiendan los métodos de gestión actuales, la transformación en producto turístico, de un recurso patrimonial, de un Bien cultural, o de cualquier activo social de naturaleza cultural, como sucede en la mayoría de los procesos transformadores complejos con afecciones multisectoriales, debe ser gestionada transversalmente, atendiendo a criterios multidisciplinares y según fórmulas integradoras con principios globales flexibles y métodos particularizados. Por tanto en la gestión del proceso transformador deben confuir diferentes profesionales con conocimientos y sensibilidades complementarias, relacionados según estructuras organizativas hibridas, y organigramas no piramidales, con flujos de comunicaciones polidireccionales y líneas de responsabilidad de tendencia horizontal.
Yacimiento arqueologico de Veranes.
Es claro que en la puesta en valor de los Bienes y espacios que formalizan el Patrimonio Cultural de nuestro país, y en el desarrollo cultural de la sociedad, influyen múltiples y diferentes factores, variables temporalmente, de difícil generalización.
Hemos de tener presente que en la tarea de valorización del Patrimonio Cultural, y ocasionalmente en su transformación en producto turístico, responden a iniciativas diversas, en las que han de participar, y participan, colectivos heterogéneos, y son gestionadas por distintos profesionales de numerosas disciplinas, agrupados según muy diferentes modelos instrumentales.
Dentro de los equipos multidisciplinares necesarios en la gestión de los procesos de puesta en valor, o transformación en recursos turísticos, del Patrimonio Cultural, es necesaria y relevante, y a mi juicio imprescindible, la participación del arquitecto y del urbanista, especializados en el Patrimonio Cultural.
Dentro de los equipos multidisciplinares necesarios en la gestión de los procesos de puesta en valor, o transformación en recursos turísticos, del Patrimonio Cultural, es necesaria y relevante, y a mi juicio imprescindible, la participación del arquitecto y del urbanista, especializados en el Patrimonio Cultural.
Teniendo en cuenta la gestión multisectorial del proceso transformador se exponen en este artículo, a modo de ejemplo y reivindicación, las aportaciones del arquitecto y del urbanista, especializados en Patrimonio Cultural.
El arquitecto y el urbanista, actualmente en España englobados en la titulación académica de arquitecto, especializados en Patrimonio Cultural, deben tener un papel importante en el necesario proceso de transformación y puesta en valor de un determinado recurso cultural como producto turístico, o en el adecuado desarrollo cultural y turístico de un ámbito territorial.
El arquitecto/urbanista especializado en Patrimonio Cultural, que deberá formar parte de un equipo multidisciplinar, es fundamental en el análisis de los recursos culturales, principalmente inmuebles, de una zona, en tanto sus estudios lo capacitan para identificar Bienes inmuebles de interés, es el técnico cualificado para identificar y valorar adecuadamente el patrimonio arquitectónico y los aspectos o elementos vinculados al mismo, y su formación urbanística le permite desarrollar consideraciones en materia de ordenación del territorio, y de las características territoriales.
Así mismo, teniendo en cuenta que en el ámbito afectado por las transformaciones deberán coexistir multitud de usos, y necesidades, y que la adaptación turística de una zona, supone la adopción de variadas medidas y actuaciones en las diferentes escalas de intervención, se considera que las opiniones, del arquitecto/urbanista, en tanto dispone de una visión politemática centrada en la actividad transformadora y conservadora de los “espacios habitados”, o de los “lugares humanizados”, han de ser fundamentales en la toma de decisiones y en la determinación del modelo de desarrollo adoptado, y de las estrategias territoriales precisas.
El arquitecto deberá considerar, analizar o desarrollar diferentes Estudios y Planes, que han formalizar el “Corpus analítico previo” necesario para la comprensión de la amplia problemática que la “transformación” ocasiona. Este “Corpus analítico previo” ha de analizar desde una perspectiva multisectorial los cambios de todo tipo que serán precisos para lograr una adecuada transformación, anticipando las consecuencias urbanísticas de la modificación y sus múltiples afecciones.