Textos de Soloarquitectura
Bruno Taut, nace en Konigsberg, Alemania el 4 de Mayo de 1880. En ese momento histórico específico, la arquitectura mostraba como hecho sobresaliente la influencia del movimiento denominado Arts and Crafts que se había originado en Inglaterra con la obra de W. Morris, quien defendía el valor de lo artesanal frente a lo industrial. Ya hacia el 1900 este movimiento estaba en la plenitud de su expresión tomando diversas manifestaciones de acuerdo al país en el que se manifestaba. En Alemania se le llamo Jugendstil; en Francia Art Nouveau, en Inglaterra Modern Style y en España Modernismo.
Frente a este panorama del modernismo y desde el año 1910 en adelante empiezan a surgir en Europa las primeras vanguardias arquitectónicas que propugnaban el rechazo del modernismo y la utilización de formas irracionales y fantásticas. En Alemania este movimiento de vanguardia se conoció con el nombre de expresionismo.
Uno de los principales meritos de Bruno Taut fue líderizar este movimiento que en parte también nace como una reacción a los métodos de composición proyectual y el vocabulario iconográfico vigente durante el siglo XIX. La aparición del modernismo ya representa un avance con respecto a este vocabulario iconográfico, ya que esta tendencia se opuso a organizaciones como L’ecole de Beaux Arts, que preconizaba la arquitectura clásica europea, hija de los valores del renacimiento, rico en cánones figurativos pero de un excesivo academicismo. En contraposición a esta influencia, el expresionismo surge como un movimiento contestatario en todas las áreas del arte y en toda la geografía europea : Gustav Mahler (Musica), Wassily Kansdinsky (Pintura) , Erick Mendelson (Arquitectura).
Pabellon de vidrio
En Bruno Taut, las primeras evidencias expresionistas las encontramos en una simplificación y estilización de la iconografía clásica, así como en la utilización de estilos arquitectónicos aparentemente disímiles como puede constatarse en el pabellón del vidrio de la exposición del Werkbund de Colonia uno de los edificios que mejor combina la tradición antigua, manifestada en su cúpula con la tradición moderna evidenciada a través de los diferentes materiales utilizados.
Fue la imagen del pabellón del vidrio de Colonia (o casa de cristal) lo que le dio a Bruno Taut fama de utopista y de forjador de la imagen del futuro. Otro aspecto de su arquitectura es su parentesco con las sociedades herméticas de la antigüedad: muchos de sus proyectos rinden culto a teosofía y numerosofia, a la simbología masónica y cristiana y están enraizados en la tradición mística y esotérica.
A pesar de ser un utopista que busco diferenciarse de muchos academicistas e incluso de otros que bebieron de la fuente del expresionismo, Bruno Taut como muchos otros arquitectos busco la unidad y combinación del funcionalismo con el concepto de belleza.
El activismo, penetración y relaciones de Bruno Taut con el expresionismo, se intensifico como consecuencia de contradicciones internas que lo llevaron a debatirse entre dos ideologías dispares, uno de estos puntos de vista representaba prácticas concretas y reformas sociales mientras que el otro expresaba una libertad artística e intelectual llevada a puntos extremos. Todos sus proyectos están enmarcados en estas dos posturas, como es el caso de las soluciones implementadas por el para solucionar el problema de la vivienda, siendo capaz de crear nuevas viviendas para gente que entonces no tenia muchos recursos económicos, pero también es muy conocida su producción “imaginaria”, preñada de prefiguraciones soteriologicas e imágenes utópicas.
Para Bruno Taut el expresionismo, más que una postura estética representó una postura de pensamiento, aglutinándose en un grupo que reunió a especialistas de distintas áreas. Sus creaciones interdisciplinarias incluyeron pintura, literatura, música, arquitectura, teatro, cine etc.
Bruno Taut liderizó un movimiento contestatario, poniendo en crisis sistemas y estilos tradicionales y teniendo como premisa fundamental el principio de alcanzar mayores grados de expresión y libertad a través del arte y la arquitectura. El estaba convencido del poder expresivo del medio arquitectónico atribuyéndole un gran valor al efecto psicológico de sus edificios.
a la vez representa la totalidad y lo supremo. La naturaleza milagrosa del arte y en este caso de la arquitectura esta profundamente arraigada en este símbolo que refleja además la claridad, la precisión y el estado cristico que tanto buscó el arquitecto en sus indagaciones y búsquedas esotéricas.
En su libro “Escritos Expresionistas” (Taut, B. 1997), puede percibirse como la presencia del cristal constituye el factor fundamental de expresión de su propuesta arquitectónica, sin subestimar, por supuesto, trabajos de otras índoles estilísticas y funcionales del mismo autor.
Es sabido que las consideraciones de Bruno Taut sobre el cristal tuvieron un apoyo inmediato en personalidades como Paul Scheerbart, poeta y crítico del arte, quien entre muchos otros imaginaba una cultura elevada mediante el uso del cristal y su postura ideológica buscaba una recomposición de la sociedad. Esta idea de simbolizar el cristal y llevarlo a una transparencia fue retomado por algunos países como en el caso de Francia, en donde se intento representar el estamento administrativo mediante una transparencia que tomo su concreción en arquitecturas de cristal realizadas en muchas partes del país.
Esta nueva sacralidad o “elevación” introducida por la arquitectura expresionista de Taut alude también al edificio comunitario símbolo de expresión de la reconciliación del individuo con la colectividad. La referencia al gótico en el palacio de cristal es coherente con la búsqueda de nuevas bases para una comunidad “éticamente definida” a través de la arquitectura.
En el pabellón del vidrio de la exposición de Colonia, que ha sido comparado con un diamante tallado, la escalera, el piso, los muros y la cúpula son de vidrio. El valor del vidrio es tanto más significativo si consideramos que este se convierte en un elemento de tipo portante en la cúpula, lo cual no sucede entre otros ejemplos en el Crystal Palace de Joseph Paxton, levantado en Londres en 1951, y en donde el vidrio viene a ser el material de relleno de los vacíos dejados por los elementos metálicos, no teniendo por lo tanto ningún valor estructural.
En el pabellón del vidrio de la exposición de Colonia, que ha sido comparado con un diamante tallado, la escalera, el piso, los muros y la cúpula son de vidrio. El valor del vidrio es tanto más significativo si consideramos que este se convierte en un elemento de tipo portante en la cúpula, lo cual no sucede entre otros ejemplos en el Crystal Palace de Joseph Paxton, levantado en Londres en 1951, y en donde el vidrio viene a ser el material de relleno de los vacíos dejados por los elementos metálicos, no teniendo por lo tanto ningún valor estructural.
En el manifiesto de fundación del “Arbeitsrat Für Kunst”, organización liderizada por Walter Gropius y Bruno Taut, podían verse expresiones que reflejan con precisión la ideología comunitaria participativa de Taut, como por ejemplo, “el arte y el pueblo deben formar una unidad”, que expresa sobre todo la idea de sensibilizar al pueblo y llevarlo a una comprensión mas profunda del arte, pero el denominador común de este manifiesto es que el arte puede por si solo cambiar el mundo y que “el arquitecto podría trasformar el mundo y la conciencia de los hombres”, ideas que pueden parecer utópicas pero que enraizaron fuertemente en su época y produjeron cambios importantes.
La arquitectura expresionista de Bruno Taut fue una de las primeras manifestaciones de una sensibilidad visionaria que rechazo intensamente la tradición a favor de las posibilidades de las nuevas vanguardias. Su propuesta y corriente ideológica tuvo influencia en muchas de las vanguardias del siglo XX y su nueva mirada hizo posible un nuevo entendimiento de la esencia de las cosas y el inicio de un nuevo orden.
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