EL POLICENTRISMO TERRITORIAL Y EL MEDIO RURAL

EL POLICENTRISMO TERRITORIAL. NUEVOS TIEMPOS, ESTRATEGIAS PARA EL EQUILIBRIO TERRITORIAL

por Jose Ramon  Fdez Vazquez de Prada, arquitecto

Frente al imparable crecimiento de las urbes y para evitar los enormes problemas medioambientales y sociales que presentan las grandes ciudades, metrópolis y megalópolis, es imprescindible, articular el territorio, a base de un poblamiento equilibrado, desarrollado en poblaciones de menor escala y diferentes tipologías, que generen una red de asentamientos dispersos, pueblos, villas y pequeñas y medianas ciudades, que formalicen una trama territorial policéntrica, multicapa, y con vínculos multidireccionales.

La Estrategia Territorial Europea, que subtitula “Hacia un desarrollo equilibrado y sostenible del territorio de la UE”, acordada en la reunión informal de Ministros responsables de ordenación del territorio en Potsdam en mayo de 1999, establece como uno de sus objetivos el “Desarrollo territorial policéntrico y nueva relación entre campo y ciudad”. En este objetivo se indica que “Las ciudades pequeñas y medianas y sus interrelaciones constituyen, en un sistema urbano policéntrico, núcleos de conexión importantes en la estructura espacial de relaciones, sobre todo para las zonas rurales.”

Por otra parte, para evitar el despoblamiento del medio rural, es necesario establecer un conjunto de medidas y fórmulas que ponderen los enormes desequilibrios actuales entre la calidad de vida que se disfruta en los espacios rurales, y en la ciudad, de tal forma que lo rural se posicione como un espacio atractivo donde un ciudadano actual pueda vivir, trabajar y disfrutar de su tiempo de ocio con estándares de calidad homologables.

Para la puesta en valor del Medio Rural se torna indispensable, además de mejorar los sistemas de comunicación y descentralizar los servicios en todo el territorio, su planeamiento ordenado especifico, estableciendo sistemas de desarrollo urbanístico propios y específicos, que mejoren la calidad de la urbanización de los espacios públicos y la imagen de los conjuntos rurales. Del mismo modo, consecuencia de lo anterior, debería establecerse que en los ámbitos rurales las soluciones formales de lo edificado y urbanizado, independientemente de otras consideraciones competenciales, se resuelvan desde la disciplina arquitectónica, para dotarlas de valores compositivos y estéticos asimilables, aunque diferenciados y particulares, a los del ámbito urbano.