D. Gonzalo Anes y Álvarez de Castrillón, lleva a cabo desde hace años en la zona occidental de Asturias una encomiable labor de mantenimiento, rehabilitación y puesta en valor de dos Bienes de interés arquitectónico y cultural: Palacio y capilla de Andés en Navia, y Palacio de Campos en Tapia de Casariego.
Las actuaciones de puesta en valor se desarrollan, aún con los bienes en uso, con pequeñas intervenciones constantes, discretas y pausadas en el tiempo.
Por otra parte la actitud de la propiedad ante los Bienes, y la naturaleza de sus actuaciones de puesta en valor, se manifiestan como importantes fuentes ejemplarizantes.
Por otra parte la actitud de la propiedad ante los Bienes, y la naturaleza de sus actuaciones de puesta en valor, se manifiestan como importantes fuentes ejemplarizantes.
PRIMERA PARTE
PALACIO DE ANDÉS, NAVIA.
Según las definiciones históricas consolidadas se considera que el origen del palacio se adscribe al siglo XVI, y que la solución actual se data en una reconstrucción en el S.XIX tras el incendio del inmueble por las tropas del Mariscal Ney, durante la Guerra de la Independencia Española frente a las tropas Francesas Napoleónicas.
Fachada principal del Palacio de Andés. Navia.
SITUACIÓN
El Palacio se sitúa en la rasa costera del occidente asturiano, en el núcleo rural y lugar denominado "El Aspra", cerca de Andés, próximo a Navia, en un entorno eminentemente rural. En torno al palacio y a su parcela vinculada de uso propio, inmediata y perfectamente delimitada, se desarrollan una serie de praderías recientemente plantadas con arbolado que dotarán al bien y al lugar de una integración paisajística vegetal y de un espacio de respeto.
El Palacio se sitúa en la rasa costera del occidente asturiano, en el núcleo rural y lugar denominado "El Aspra", cerca de Andés, próximo a Navia, en un entorno eminentemente rural. En torno al palacio y a su parcela vinculada de uso propio, inmediata y perfectamente delimitada, se desarrollan una serie de praderías recientemente plantadas con arbolado que dotarán al bien y al lugar de una integración paisajística vegetal y de un espacio de respeto.
Independientemente de las consideraciones genealógicas de interés histórico vinculadas al inmueble, el conjunto presenta un elevado valor arquitectónico y cultural. El Palacio y la capilla aunque se presenten anexos y comunicados, y aunque forman parte inseparable del mismo Bien, tienen caracteres diferenciados y particulares. Ha de mencionarse el excelente estado de conservación del Bien con un mantenimiento intenso y poco perceptible. (El estado de la pintura de las fachadas es un aspecto menor.)
Palacio y capilla del Palacio de Andés. Navia.
La serena traza de las fachadas del palacio, configuran un Bién de naturaleza aristrocrática según un estilo internacional a base de fórmulas compositivas comunes en la cultura occidental. En todo caso la naturaleza representativa proyectada en el inmueble se presenta de forma clara, tratando con eficacia las dimensiones moderadas del Bién y potenciando su consideración de residencia alejada de las servidumbres y formas asociadas a la actividad agropecuaria, o a los solares cabeza de los señoríos territoriales receptores de diezmos y otros pagos en especie. Podemos considerar que el Palacio quizá formaliza una síntesis de la tipología señorial decimonónica perfectamente adaptada a las nuevas necesidades de su época.
El Palacio con planta rectangular se desarrolla en baja mas primera y cubierta a cuatro aguas acabada en pizarra. La envolvente vertical exterior se resuelve a base de enfoscado y pintado dejando los elementos de sillería vistos según encuentros lineales.
En el Bién se confía la imagen externa principalmente a una estudiada relación de vanos y macizos según fórmulas simétricas con exaltación del eje, y a la resolución de una volumetría simple pero armónica.
En la composición de las fachadas ha de destacarse las estrategias para establecer diferentes tipologías de huecos, y la voluntad de potenciar el eje de la fachada principal con la situación de una calle tripartita singular y diferenciada con sencillez y sutileza. Si bien en el resto del bién se utilizan los invariantes constructivos y arquitectónicos de la arquitectura tradicional señorial, en la calle central se vinculan elementos de la arquitectura culta.
La calle central presenta las siguientes soluciones:
_ En planta baja se sitúa la entrada principal, con vano adintelado sin decoración ni molduras, flanqueada por dos pequeños vanos abocinados, a modo de aspilleras de protección, según el modelo histórico desarrollado como saeteras aveneradas, con derrame inverso al exterior y rematadas en arcos avenerados. A la entrada se accede por un peldañeado escueto.
_ En planta primera se sitúa el balcón de representación, con repisa volada y peto en forja, y a cada lado vanos de ventana de menor naturaleza, con petos ciegos ligeramente moldurados en cuadro.
_ En la Cornisa del cuerpo central, se interrumpe la traza horizontal contínua de esta desarrollada en las fachadas, para rematar un pseudofrontón, a eje de geometría, semicircular, en el que se sitúa una pequeña piedra armera.
_ En cubierta, también en el eje, se desarrolla un casetón, con traza similar a la de cornisa y frontón, que sirve de linterna a la escalera interior. Quizá el vano y la carpintería de este elemento presenta una resolución un tanto cuestionable, o al menos de difícil entendimiento, que no encuentra fácil adscripción en los invariantes arquitectónicos.
_ Finalmente el del eje se potencia con sendos pináculos en el frontón y en el casetón.
Así mismo, en las fachadas se utilizan elementos compositivos , a base de sillerías enrasadas con las cargas, en soluciones sobrias, y acertadamente dispuestas:
La calle central presenta las siguientes soluciones:
_ En planta baja se sitúa la entrada principal, con vano adintelado sin decoración ni molduras, flanqueada por dos pequeños vanos abocinados, a modo de aspilleras de protección, según el modelo histórico desarrollado como saeteras aveneradas, con derrame inverso al exterior y rematadas en arcos avenerados. A la entrada se accede por un peldañeado escueto.
_ En planta primera se sitúa el balcón de representación, con repisa volada y peto en forja, y a cada lado vanos de ventana de menor naturaleza, con petos ciegos ligeramente moldurados en cuadro.
_ En la Cornisa del cuerpo central, se interrumpe la traza horizontal contínua de esta desarrollada en las fachadas, para rematar un pseudofrontón, a eje de geometría, semicircular, en el que se sitúa una pequeña piedra armera.
_ En cubierta, también en el eje, se desarrolla un casetón, con traza similar a la de cornisa y frontón, que sirve de linterna a la escalera interior. Quizá el vano y la carpintería de este elemento presenta una resolución un tanto cuestionable, o al menos de difícil entendimiento, que no encuentra fácil adscripción en los invariantes arquitectónicos.
_ Finalmente el del eje se potencia con sendos pináculos en el frontón y en el casetón.
Así mismo, en las fachadas se utilizan elementos compositivos , a base de sillerías enrasadas con las cargas, en soluciones sobrias, y acertadamente dispuestas:
Así los recercos de vanos, cornisas, impostas, zócalos, petos, cadenas esquineras en encuentro contínuo con las cargas, se manifiestan con elegante naturalidad en los paramentos, y trazan las líneas compositivas del Bién.
Fachada trasera del Palacio de Andés.
En la SEGUNDA PARTE del artículo "Una labor encomiable" se comenta el PALACIO DE CAMPOS. TAPIA DE CASARIEGO.
PALACIO DE CAMPOS. TAPIA DE CASARIEGO.
Una labor encomiable. SEGUNDA PARTE